¿Tú también te preguntas por qué, después de la cirugía bariátrica, te dicen que no puedes comer ni una simple galletica de soda?
¿Y por qué hasta una papita, un cornflake o una Oreo pueden sabotear tu proceso?
En este artículo te explico la verdad detrás de estos alimentos tan comunes que, aunque parecen inofensivos, se convierten en enemigos silenciosos. Vamos a ver cómo engañan a tu nuevo estómago, frenan tu pérdida de peso y, con el tiempo, te hacen sentir que “la cirugía ya no está funcionando”.
¿Qué es lo que pasa con las galletitas?
No es que no puedas, es que no te conviene.
Después de operarte, seguro recibiste un listado lleno de reglas, advertencias y alimentos prohibidos.
Y sí, ahí aparecen las galleticas de soda como parte del famoso “nunca jamás”. Pero, ¿te explicaron por qué?
La verdad es que no es que estén prohibidas para siempre, pero en esta etapa post-bariátrica no te convienen. Y no, no es por cultura de dieta ni por exageración. Es porque son lo que llamamos slider foods.
¿Qué son los slider foods?
Los slider foods son picaderas que se tragan fácilmente. Son alimentos ultraprocesados, generalmente altos en carbohidratos simples, sin proteína, sin fibra y sin nada que realmente te llene.
Desde que entran en tu boca, comienzan a digerirse de inmediato. Pasan directo por tu nuevo estómago sin activar el mecanismo de saciedad que sí se activa cuando comes alimentos más densos.
Ejemplos comunes de slider foods:
- Galleticas de soda
- Bizcochos
- Dulces
- Papitas
- Cornflakes
- Helado
- Picaderas llenas de harinas y azúcar
Se sienten livianas pero son una trampa. No te llenan, te abren el apetito, y te hacen volver a comer antes de tiempo.
Tu nuevo estómago funciona como un embudo
Imagina tu nuevo estómago como un embudo.
Si lo llenas con alimentos densos como la carne molida o el huevo hervido, ese embudo se vacía lentamente. Y tú te sientes llena por más tiempo.
Pero si lo llenas con slider foods como las galleticas de soda, eso baja como agua.
¿Y qué pasa con lo que baja como agua? No te llena, no te nutre y te deja con hambre.
Ahí es cuando muchas se preguntan:
"¿Será que ya no me funciona la cirugía?"
La respuesta es sí, tu cirugía sigue funcionando. Pero lo que estás comiendo no está permitiendo que lo notes.
Haz la prueba de 4 y 3:
Cómete 4 onzas de pechuga de pollo, cocida a la plancha o hervida. ¿Puedes comerte las 4 onzas? ¿Te sientes satisfecha o al contrario necesitas obligarte para poder comértelas enteras?
Observate durante las próximas 3 horas. ¿Cuándo vuelves a sentir hambre? ¿Al poco rato o más bien después de las 2.5 horas de haber comido?
Tú misma terminarás con la conclusión de si tu herramienta sigue disponible para ti luego de este ejercicio.
¿Qué pasa en tu cuerpo cuando comes slider foods?
Este tipo de alimentos provoca que tu azúcar en sangre suba y baje rápidamente. ¿El resultado?
- Hambre inmediata
- Más antojos
- Cambios en tu estado de ánimo
- Ganas de seguir picando
Y lo peor: puede llevarte al estancamiento o a una reganancia de peso, incluso si estás comiendo “poco”.
No se trata solo de la cantidad, sino de la calidad de lo que comes.
El dumping
Otro riesgo de los slider foods es el dumping syndrome. Sus síntomas son bien claros:
- Dolor abdominal
- Mareos
- Sudoración
- Náuseas o vómitos
- Diarrea
- Fatiga repentina
Todo eso por una picadera que parece inofensiva.
No se trata de prohibiciones
Esto no va de dietas extremas ni de prohibiciones para siempre. Esto se trata de tener la información confiable y tomar decisiones.
Te recomendamos tomar decisiones que te acerquen a tu peso feliz.
Comer slider foods todos los días, aunque sea en pequeñas porciones, puede convertirse en un hábito que le quita potencia a tu cirugía bariátrica.
Reconocemos que al principio, la cirugía hace mucho por ti. Pero con el tiempo, tu cuerpo se adapta. Y si lo que más recibe son dulces, harinas y picadera, eso será lo que aprenderá a tolerar.
Dos caminos. Tú eliges.
Después de operarte, tienes dos opciones claras:
1. Perder peso “obligao” por la cirugía, y luego (cuando ya estás flaca) volver a comer como antes, consciente o inconscientemente.
2. Abrazar esta nueva oportunidad de vida, donde lo que más te conviene es aprender a comer, mover tu cuerpo y tomar buenas decisiones todos los días.
Si estás recién operada: haz tu mayor esfuerzo.
Supera los antojos.
Trabaja tu mentalidad y tus emociones.
Los hábitos se forman.
¡Resiste y verás!
Y si ya tienes 1, 2, 5 o más años de operada y has subido de peso: nunca es tarde.
Tu cirugía sigue ahí.
Actívala otra vez con tus decisiones diarias y verás cómo tu cuerpo vuelve a responder.
Así que esperamos que te haya quedado claro:
No es que no puedas comer galleticas de soda. Es que comerlas todos los días no es una buena idea si realmente quieres resultados duraderos.
Dayana Rodríguez
Coach Cristiana en Psicología de la Alimentación
Líder de Grupo de Apoyo para Bariátricos
Fundadora de La Casa del Bariátrico