Una de las preguntas que siempre escucho en reuniones de grupo de apoyo para bariátricos es ¿cuándo puedo comer o beber tal cosa? Y el rango de deseos es amplio. Muchos no aguantan un minuto más sin comer arroz, pan, pasta, comerse un pastelito o empanada frita, el beber café, el tomar alcohol y el famoso “postrecito” o “dulcito”.
Generalmente el equipo médico hace su mayor esfuerzo para “concientizar” al paciente para evitar la tentación de comer pequeñas cantidades de esos alimentos. Su intención es buena pues ellos quieren que puedas maximizar los resultados de la cirugía bariátrica pero desconocen la necesidad detrás de esas comidas que por muchos años fueron tu salvavidas.
Sin embargo, el artículo de hoy no pretende abarcar las razones emocionales, mentales y espirituales detrás de los fuertes antojos que podemos experimentar aún después de habernos operado.
El artículo de hoy apela a otro deseo que tienen los bariátricos y nace del miedo de quedar con mucha piel colgante después de una pérdida de peso masiva.
Mi plan es ayudarte a decidir por ti mismo si vas a controlar tu consumo de azúcar porque quieres apoyar a tu cuerpo a recuperarse de la mejor manera posible sin dejar mucho rastro de las libras que cargabas antes de la cirugía.
Y es que si eres como la mayoría de los bariátricos, una buena motivación para tomar proteína, beber agua y hacer ejercicio de resistencia es evitar la temida piel flácida.
Hoy vamos a desarrollar sobre un componente importante que se agrega a ese combo anti flacidez y es la limitación del consumo de azúcar después de la cirugía bariátrica.
¿Qué es el azúcar?
La Sacarosa es el nombre químico del azúcar y no es más que un carbohidrato simple compuesto de dos moléculas: glucosa y fructosa.
El azúcar se encuentra en la naturaleza en las frutas, en plantas como la caña de azúcar y la remolacha de azúcar, y en la leche de los mamíferos.
El azúcar puede venir de fuentes naturales así como también de preparados en laboratorio como lo es el Jarabe de maíz con alto contenido de fructosa. Estos son nombres claves que se usan en el listado de ingredientes de los alimentos y debes aprender a identificar.
Luego de la industrialización y la producción de alimentos procesados, encontramos el azúcar añadida en casi todo lo que comemos o bebemos. Y es aquí donde radica el problema.
¿Cuál es el consumo recomendado de azúcar?
Antes el ser humano tenía acceso limitado al azúcar. Había que esperar ciertas temporadas de cosecha de frutas o extraer miel natural de un panal de abejas. Ahora tenemos acceso y consumimos azúcar en grandes cantidades todos los días. Lo que provoca daños a nuestra salud.
De hecho, se ha identificado una conexión entre el aumento del consumo de azúcar y el aumento de enfermedades no transmisibles. Es decir, enfermedades que no se contagian por contacto con otro enfermo, sino que se desarrollan por lo que hacemos o dejamos de hacer según nuestro estilo de vida.
Es por eso que debemos tener especial atención al azúcar y el azúcar añadido en nuestros alimentos.
El consumo recomendado de azúcar para un adulto es de 24 a 30 gramos de azúcar al día, dependiendo la fuente. Sin embargo, el consumo promedio de azúcar en Estados Unidos y Europa es de 90 y 100 gramos diarios, respectivamente.
Conexión entre el consumo de azúcar y el estado de nuestra piel
El exceso de azúcar en sangre afecta negativamente la piel a través del proceso conocido como Glicación.
La Glicación es una respuesta espontánea del cuerpo cuando los niveles de azúcar en sangre son mayores que lo que nuestra insulina puede manejar. Este exceso de azúcar provoca que las moléculas de sacarosa y fructosa se unan a los aminoácidos que componen el colágeno y la elastina.
Durante la Glicación, los azúcares que se aferran a las proteínas generan algo llamado AGEs (Advanced Glycation End products, por sus siglas en inglés) que significa Productos Finales de Glicación Avanzada.
Los AGEs hacen que el colágeno pierda su elasticidad y resistencia, volviéndolo rígido. Esto resulta en la aparición de arrugas, líneas finas y flacidez a medida que la piel pierde su soporte natural.
Así es como el ceder a la tentación de los antojos por dulces o alimentos con azúcar añadido nos juega sucio no solamente por las calorías vacías consumidas. Sino también por su efecto a nivel molecular de nuestra piel que ya viene forzada por el estiramiento previo provocado por la obesidad.
Hábitos Alimenticios después de la Cirugía Bariátrica
En todas las fases de las guías de alimentación bariátrica, el consumo de azúcar no es recomendado. Se reconoce que puede haber un consumo mínimo de azúcar y se suele sugerir que sea de 2 gramos de azúcar o menos por porción.
En pocas palabras, ningún profesional de la salud, especialmente aquellos que forman parte de tu equipo médico te va a recomendar que comas dulces, postres o alimentos con azúcar añadido.
Ahora, además de las conocidas enfermedades relacionadas al consumo excesivo del azúcar agregamos el efecto de la misma en el estado y apariencia de nuestra piel.
¿Qué podemos hacer para evitar la flacidez de la piel?
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Reduce el consumo de azúcar de tu dieta.
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Lee las etiquetas de datos nutricionales para identificar alimentos no favorables y evitarlos.
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Elimina el azúcar presente en líquidos como son los jugos naturales, refrescos, café elaborados y alcohol. Estos líquidos aportan muchas calorías, tienen altos niveles de azúcar y no proveen saciedad.
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Bebe agua y mantén tu piel hidratada.
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Asegúrate de dormir bien, al menos siete horas diarias. La melatonina ayuda a reducir los efectos de la Glicación.
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Controla los niveles de estrés pues el cortisol puede aumentar los efectos de la Glicación.
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Usar productos para la piel que contengan antioxidantes.
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Usar protección solar.
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Prefiere métodos de cocinar como hervir los alimentos o cocinarlos al vapor ya que freír los alimentos o asarlos a altas temperaturas provoca altos niveles de AGEs.
Recomendaciones Finales
No queremos satanizar ningún alimento. Sin embargo, podemos reconocer que el azúcar no nos conviene si deseamos perder peso, recuperar salud, evitar enfermedades no transmisibles y tener una piel elástica con buen aspecto.
Dentro del primer año post operatorio, lo ideal es evitar alimentos fuera de tu plan alimenticio recomendado por el equipo médico de tu cirujano bariátrico.
Reconocemos que la restricción trae compulsión. Es decir, que sin hacer un trabajo emocional, el decir no voy a comer más dulces puede aumentar los antojos y los pensamientos alrededor de la comida limitada.
Pero cuando decides qué es más importante para ti y trabajas la razón real detrás de tus antojos por azúcar, es posible adquirir hábitos alimenticios donde es normal consumir pocas cantidades de azúcar.
¡Tu piel y tu salud a largo plazo te lo agradecerán!
Dayana Rodríguez