Con un par de sorbos el gas te hará sentir saciado, por lo que imposibilitará la ingesta de alimentos nutritivos, y por tanto puede llegar a haber un déficit calórico y nutricional si el paciente no consume una cantidad adecuada de alimentos.
Además el estómago tiende a distenderse con el gas, por lo que si se consumen refrescos habitualmente, a largo plazo puede influir en una re-ganancia del peso perdido, debido a que al paciente operado le irá cabiendo mayor cantidad de comida si su estómago se ha dilatado por culpa de las bebidas gaseosas.
El gas suele producir malestar abdominal e intestinal, provocando que el paciente sienta incomodidad.
👉🏻 En conclusión: de poder, puedes tomar bebidas carbonatadas pero NO TE CONVIENEN.
Fuente: Clinica Obésitas